Promovido por el municipio de Bolívar y organizado por Capba D7, el “Concurso Nacional de ideas Proyecta Bolívar, Imagina el Parque” convocaba a arquitectos a participar para intervenir el Parque Municipal Las Acollaradas en Bolívar, Provincia de Buenos Aires.
El jurado otorgó el primer premio a los autores arquitectos María Jesús Huarte, Valeria Matayoshi, Damián Andrés Kokuba, Ezequiel Schreiber y los diseñadores gráficos Ernesto Gustavo Granata y Jimena Duran Prieto. Revisa el proyecto a continuación.
Descripción por los arquitectos. La obra pública no puede ser valorada únicamente como obra civil, sino como una propuesta estratégica que tome en cuenta políticas, programas y proyectos que potencien dinámicas de integración de comunidades y territorios. Un concurso de ideas es el puntapié para generar proyectos de arquitectura a desarrollarse estratégicamente en el territorio, desde un punto de vista, social político y económico con calidad. Un proyecto que mejore el entorno urbano, el habitar, dé mejor calidad de servicios y tenga aportes paisajísticos y ambientales. La continuidad de estas estrategias son posibles y necesarias en el marco de prácticas de gobierno que estén estrechamente ligadas al proyecto urbano entendido como espacio de oportunidad a través de metodologías y estrategias de inclusión.
En nuestra propuesta nos interesa unir estas miradas estratégicas, pensando el paisaje urbano desde un punto de vista integrador. La arquitectura está estrechamente unida al territorio y a sus acontecimientos y conforma un paisaje, formado por una red de sistemas dinámicos que vincula escenarios que ponen en valor distintos aspectos de la experiencia urbana.
La propuesta es pensar como instrumentar modelos para desarrollar estos sistemas de conectividad, movilidad, energía, servicios, infraestructuras y equipamiento urbano que determinen en cada una de las escalas de intervención, local, territorial y regional pautas eficientes para un desarrollo integral e inclusivo.
Un valor territorial-topográfico, soporte de funciones específicas dadas por la manifestación visible de los distintos elementos que lo conforman: topografías, canales, islas, tejidos urbanos existentes y nuevos, trazas de la movilidad, huellas, itinerarios a delinear, abarcando las múltiples escalas del territorio. Un valor temporal-ambiental que describe el continuo movimiento de los distintos escenarios de la ciudad, un paisaje que se caracteriza por acciones y acontecimientos simultáneos, una construcción en el tiempo asociada con la lógica de los sistemas que componen las entidades naturales. Un valor social-cultural donde importa lo cotidiano. Un espacio denso en experiencias, memorias, vivencias, rituales, huellas y significados que se construyen en sociedad.
Las operaciones de paisaje nos obligan a poner en acción los valores antes descriptos y así relacionar naturaleza y arquitectura para provocar operaciones de transformación a veces mínimas, otras contundentes ligadas a estrategias territoriales, ambientales y culturales.
Dentro de la valoración ambiental del paisaje, el agua es un elemento clave para la vitalidad de la zona y potenciador de la belleza del verde. Proponemos un paisaje donde el agua enhebra a su paso las islas más pequeñas: “Mozart”, “Ñandubay”, “Beethoven”, “Cristo”; a esas sumamos “Carupay”, “De los poetas” y la isla “I” (oficina de información turística). A sí mismo esta idea se ancla en la ya existente Laguna con la Isla de la Glorieta, generando un escenario a cielo abierto en la isla con espacios de asiento en los bordes de la misma, repitiendo de algún modo la lógica de convivencia agua-verde. Desde la señalética es valorada esta imagen y reproducida en un logo y propuesta grafica de gran valor visual.
Proponemos un sistema de pisos que aglutinen todos los edificios dispersos en el parque, con un mismo playón que genere su propia topografía, aparición de islas verdes, depresiones para sentarse en el pavimento y el cruce de los canales que lo van calando en determinadas partes. La materialización del playón nos abre dos caminos en paralelo, uno el material en si mismo y otro su realización.
En cuanto al material pensamos en una pieza que se repita que vaya teniendo las alteraciones necesarias según los encuentros con lo existente, una pieza que surja del reciclaje o del uso de algún material existente. En cuanto a la realización pensamos en una actividad colectiva que reúna a la comunidad en el aporte de piezas generando así, un efecto colaborativo y de apropiación. Junto a esta pieza seca convive la pieza más “natural”, con gran riqueza arbórea y senderos para poder atravesarla.
Asumimos el carácter urbano del paisaje a través de la creación de un nuevo hito, que se conecten con los preexistentes y cuya inclusión alteren la dimensión pública existente haciéndola más compleja y diversa. Proponemos tres edificios como hitos distintivos del parque: dos son existentes y los potenciamos interviniendo sus bordes. El primero es el Estadio Municipal Eva Perón, ubicado en el acceso al Parque, con una nueva propuesta de fachada y señalética, otro es la Pista de Atletismo a la que le sumamos un gimnasio pedido en el programa e intervenimos también desde la gráfica su fachada. Por último proponemos transformar la huella existente del hipódromo en un nuevo y único edifico de usos mixtos: el espacio cultural, social y político de Bolívar.
Cuenta con la capacidad y la forma correcta para el desarrollo del Corsódromo, junto con las tribunas desmontables que potencian la idea de un espacio flexible y transformable. También espacios para escenarios, entre ellos para el espectáculo más importante que es “Me encanta Bolívar” y las piletas de natación que lo convertirán en verano, en un espacio lleno de vida social que convocara a todos. En planta baja y en relación con el parque, se producirán los accesos del público y el posible recorrido de la feria de artesanos, exposiciones y locales de venta al público. Del lado de la calle Lucio V. Mansilla se prevén los accesos de carrozas y camiones que abastezcan los espectáculos. Por último en la terraza proponemos el velódromo con opciones de recorridos simultáneos. En definitiva un espacio transformador y aglutinador de la gente de Bolívar y los visitantes, mezclando cotidianeidad y turismo en un mismo lugar.
El otro aspecto a proponer es el crecimiento de tejido urbano en el perímetro 1 y 2. Es muy importante pensar la densidad reconociendo el valor de las distintas configuraciones urbanas, sobre una base critica de las experiencias en las ciudades, para afrontar nuevas demandas y acceso a la vivienda, como bien material, y a lo urbano como bien cultural y sostenible.
Teniendo en cuenta el texto de la ley provincial 8912/77, creamos en el perímetro 1B un área semiurbanizada que llamamos “agrotejido”. Esta propuesta se vincula con lo expuesto en el texto del artículo 7°, donde se hace referencia a la posibilidad de pensar en una zona de reserva al proponer el ensanche urbano. Se pensó entonces en una convivencia de espacios verdes y libres públicos y que en los sectores públicos predomine la vegetación y el paisaje, cuya función principal sea servir a la recreación de la comunidad y contribuir a la depuración del medio ambiente. Este sector lo entendemos como un espacio parcelario con áreas destinadas a parcelas urbanas en mixtura con lo rural / productivo.
En primer lugar definimos un borde al trazar el que denominamos Parque de la Tecnología como límite del crecimiento del tejido urbano y además como fuelle con la actividad industrial. Reconstruye de algún modo algo similar a lo propuesto por el Parque Lineal, hoy en obra, en las antiguas vías del ferrocarril.
La vivienda se desarrolla a partir de un sistema formado por una parcela de 100m2/50m2 dividida en espacios semejantes. Sobre ellos operamos con a una lógica que tiene dos premisas: primero, generar un crecimiento en el tiempo y lograr con la misma manzana un nuevo núcleo urbano, formando parte de un sistema que crece en función de los espacios verdes. La superficie de esta porción de espacio público es del 25%. La manzana es siempre la misma y se va rotando para acomodarse con la siguiente y con el vínculo con la calle. La parte construida ocupa un FOS 0.6. El crecimiento previsto es de planta baja y tres pisos. El resto del sistema se conforma con un playón con galpón para el uso de la comunidad con fin productivo.
El crecimiento urbano del perímetro 1A hacia el SO está pensado como un completamiento de manzanas siguiendo la trama tradicional de damero; la variante en este caso es la de generar unos espacios públicos que ponen en valor la presencia de la arboleda que cruza Lucio V, Mansilla. Proponemos un espacio público que va atravesando la trama sutilmente en algunos intersticios entre manzanas.
El perímetro 2 tiene una muy buena ubicación en función de ser el borde con vista al actual golf. En ese caso pensamos en unos conjuntos que se abren en planta baja dejando penetrar el verde del golf en sus patios. Al encontrarse con el conjunto de las “Liga de amas de casa” construido en función de un eje de simetría contundente y propio genera una conexión con él a través del espacio público. Sobre N. Ocampo armamos unos espacios verdes logrando que el conjunto también tenga una expansión para las viviendas que no dan al golf. En planta baja arman una pequeña recova que será ocupada por equipamiento.
Frente a la laguna se plantea el desafío de resolver un borde con características mixtas, por un lado son cercanas al agrotejido pero también comparten la vista hacia el golf y además suman las visuales a la laguna. Estas tres premisas dieron origen a una propuesta de viviendas que se van ubicando a lo largo de un espacio público que se intercala entre ellas. Frente a la laguna pensamos en planta baja más siete niveles y hacia los costados planta baja más cinco y/o dos niveles. Siempre se intercalan permitiendo tener visuales tanto hacia la laguna como al futuro paisaje del agrotejido. En la planta baja se prevé espacio para equipamiento.
Entonces el objetivo es pensar el territorio y gestionarlo desde el reconocimiento e incidencia en los nuevos procesos urbanos promoviendo nuevos instrumentos de planeamiento dinámicos y transjuridiccionales que proporcionen un esquema de desarrollo integral equilibrado y evolutivo. Considerando al mismo tiempo las relacione reciprocas de fuerzas naturales y culturales como son las relaciones internas en el espacio cotidiano de la ciudad.
Por último, entendemos la dimensión del problema en un territorio que definimos con la coordenadas 36 13 21 S _ 61 7 50 O, donde la vastedad es la protagonista y las decisiones se toman teniendo en cuenta la convivencia de distintas escalas. Una intervención contemporánea anclada en la fuerza de lo público como premisa para imaginarnos espacios donde encontrarse y poder generar relaciones entre el lugar y sus habitantes, en definitiva un paisaje con espacios para compartir urbanidad.